El poema «Luna de abajo» de Ángel González


Á. González, 1984. Fotografía de Pepe García. © Luna de Abajo
Á. González, 1984. Fotografía de Pepe García. © Luna de Abajo
Luna de abajo,

en el fondo del pozo,

blanca en los charcos de la bocamina,

inmóvil

en las aguas del río

que no pueden llevarla

—a ella, tan ligera—

en su corriente.

 

                                 Luna

que no refleja al sol

sino a sí misma,

igual que un sueño que engendrase un sueño.

 

Luna de abajo,

luna por los suelos

para los transeúntes de la noche,

que vuelven a sus casas cabizbajos.

 

Luna entre el barro, entre los juncos, entre 

las barcas que dormitan en los puertos;

                                                                                Luna

que es a la vez mil lunas y ninguna, 

evanescente, mentirosa luna,

tan próxima a nosotros, y no obstante 

aún más inalcanzable que la otra.