José María Fernández Díaz-Formentí
4.ª edición, corregida
15,5 × 21 cm
328 páginas a cuatricromía
892 fotografías color
ISBN: 978-84-86375-49-2
25,00 €
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Hace dos años, allá por noviembre de 2019, cuando ni por asomo podíamos pensar en la dura pandemia que aún no hemos superado totalmente, José María Fernández Díaz-Formentí, un gran conocedor de la naturaleza asturiana, excelente fotógrafo, minucioso escritor, naturalista extraordinario, médico estomatólogo de profesión y mejor amigo, me pidió por tercera vez prologar su libro Árboles y arbustos naturales de Asturias, ya que alcanzaba su tercera edición. Pues como dice el refrán que no hay dos sin tres, ahora llega la cuarta, dado que el libro que tienes en tus manos, lector, es la cuarta generación de la obra que vio la luz por vez primera hace ya 17 años. Estamos pues ante un best seller altísimamente recomendable para quienes quieran formarse o profundizar en el conocimiento del rico patrimonio natural asturiano, del cual, los árboles y los bosques, son uno de sus elementos más representativos.
Pero a diferencia de uno de esos fenómenos literarios, esta nueva edición como todas las anteriores no es una simple reimpresión, si no que la meticulosidad de Chema Formentí le ha llevado nuevamente a actualizar la nomenclatura científica, a perfeccionar algunas cuestiones fotográficas, a la precisión y mejora de algunos textos y a la corrección de algunas pequeñas erratas.
Si uno de los grandes inventos del hombre, en el sentir de Juan Manuel Calvo Calvo, quien fuera alcalde de la Parroquia Rural de Caliao entre 1979 y 1999, fue «el nombre de les coses», nuestro autor ha sentado las mejores bases para que alumnos, profesores, profesionales, visitantes y cualquier persona interesada, lleguen a distinguir y poner nombre a las especies autóctonas del arbolado asturiano.
Cuando ya hace dos años que nos abandonaba prematuramente nuestro llorado amigo José Antonio Fernández Prieto, —Catedrático de Botánica de la Universidad de Oviedo, con quien tuve la satisfacción de publicar un manual sobre el arbolado asturiano en 1988—, volver a prologar este renovado trabajo de Chema, compañero en el Real Instituto de Estudios Asturianos, me produce una gran emoción, pues como él sugiere, los árboles y arbustos son «casi alma viva de Asturias» y como dejó dicho el Dr. Fernández Prieto, afirmación a la que yo me sumo, «este es el libro que me hubiera gustado escribir».
Víctor M. Vázquez
Miembro Numerario Permanente del Real Instituto de Estudios Asturianos.
En Caunedo (Somiedo), noviembre de 2021
Agotada la segunda edición, ahí tenemos la tercera. La segunda había salido en marzo del año pasado, tras muchos años de agotarse la primera. Fue ocasión de ponerla a punto, al día, añadiendo algunas especies más, renovando fotos, etc. Esta tercera edición continúa en esa línea que la ciencia nunca interrumpe: además de corregir pequeñas erratas y renovar algunas fotos fue la ocasión perfecta para actualizar nuevos hallazgos:
¿Pero es que ha cambiado algo en poco más de año y medio en el mundo de los árboles y arbustos de Asturias? Pues si. Algún nombre científico se ha cambiado al demostrarse filiaciones genéticas y parentescos familiares diferentes a los que se suponían antes de los análisis de genética molecular. Aparte de los Rhamnus, el principal afectado ha sido el aliso: los últimos hallazgos en su composición cromosómica ha puesto patas arriba lo que de él se sabía, de forma que los alisos del oeste ibérico se consideran ya una especie nueva. El tema es complejo, y me obligó a remodelar por completo la ficha del aliso, aumentando el número de páginas y fotos destinadas a esa especie, que llena de vida y frondosidad las riberas de nuestros ríos. La actualización fue posible gracias a la inestimable ayuda del profesor Fernández Prieto, que como siempre me estaba ayudando en las actualizaciones cuando le sorprendió una muerte inesperada 3 horas después de enviarme un texto aclarando el estado del aliso a día de hoy: por supuesto incluí su texto íntegro por su interés científico y como homenaje a su memoria y amistad.
José María Díaz-Formentí
27 de diciembre de 2019
Con motivo de la presentación de la primera edición de este libro dije: «este es el libro que hubiera querido escribir». Han pasado casi catorce años y cuando preparo la presentación de esta segunda edición, ahora por escrito, tengo el mismo sentimiento. Bueno será que trate de explicar su origen para evitar interpretaciones inadecuadas: es envidia, aunque creo que, sana.
Lo primero que he de decir es que el libro me gustó mucho en su momento y me gusta mucho ahora en su nueva edición y esa es la primera condición para desear haber sido el autor de esa obra ajena. Y me gusta por varias razones y una de ellas es que era y es un libro necesario.
Vivimos una época en la que expresiones como recursos naturales, patrimonio natural, biodiversidad, conservación, etc. forman parte de los discursos de quienes están encargados de la gestión de lo público o aspiran a asumirla. Parece haber acuerdo en que la gestión de los recursos naturales, de las plantas entre otros, es un asunto trascendente cuando procesos tales como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, etc., empiezan a ser identificados como problemas reales; incluso los otrora incrédulos empiezan a manifestarse como crédulos, aunque con alguna frecuencia dudemos de su conversión. En tales circunstancias, se acrecienta la importancia de instrumentos como este libro que hacen accesible información sobre un tipo de recursos naturales que en este caso son de particular importancia en la estructura de buena parte de nuestros hábitats y en la configuración de la mayoría de nuestros paisajes.
No es el único libro sobre las plantas leñosas altas —árboles y arbustos—, que crecen de forma espontánea en el Principado de Asturias y de uno de ellos fui autor, junto a Víctor M. Vázquez, hace ya casi treinta años. Cada uno de ellos cumplió su función en su momento, pero creo que ninguno de los publicados hasta ahora contó con la ambición con la que ha abordado el proyecto José M.ª Fernández Díaz-Formentí, dispuesto siempre a dedicar más y más trabajo a este, entre los múltiples y diversos proyectos a que se dedica, consiguiendo, cosa que a los normales nos parece imposible, sacarlos adelante.
Y además Chema, como le llamamos los que contamos con su amistad y ayuda siempre presta y generosa, tiene cualidades que explican el magnífico resultado que se plasma en Árboles y arbustos naturales de Asturias. Su capacidad de contemplar un paisaje, un árbol, etc., analizarlo y buscar en él sus rasgos esenciales es el resultado de un entrenamiento que se aprecia cuando se lee el libro, el del médico capaz de una diagnosis precisa. Por ello, aunque se aprecia una rica captación de información sobre las plantas que estudia, la que nos suministra resulta prolija en el sentido de cuidadosa y esmerada, nunca impertinente, pesada o molesta. En consecuencia, nos encontramos con un libro que presenta una información adecuada sobre múltiples aspectos de los árboles y arbustos que crecen en Asturias. Y también se nota el afán por la exhaustividad: en el libro aparecen todas las plantas leñosas de porte alto que crecen en el Principado, incluidas las novedades de las que se tuvo noticia después de aparecida la primera edición.
Pero, además, este libro destaca por otras características que tienen que ver con la forma de presentación de la información, lo que resulta importante, si creemos oportuno el que llegue a cuantos más mejor y que a estos les resulte fácil y agradable su uso. El autor tiene habilidades, ese término tan en boga, que lo han hecho posible. Su altísimo nivel como fotógrafo está sobradamente demostrado para cualquiera que haya tenido ocasión de contemplar alguno de sus numerosísimos libros, artículos, reportajes, etc. en los que asombra su sensibilidad ante los más diversos paisajes y seres vivos, de captar su intríngulis, y de trasmitirnos sus características de la forma más bella. Pero en este libro tales capacidades las pone al servicio de la precisión en la descripción con afán diagnóstico de los árboles y arbustos; y de sus partes — flores, frutos, yemas, cortezas, etc.— y todo sin dejar de lado la belleza. Y la maquetación minuciosa y detallada, de mano de Helios Pandiella, lo resalta.
En resumen, un libro que merece la pena porque trata sobre un asunto de interés desde puntos de vista variados, sus contenidos están expuestos de forma precisa y asequible, y su lectura o uso para la identificación de los árboles o arbustos naturales de Asturias resulta placentero y fácil.
Es probable que podamos pedir más, pero, por ahora, es improbable que lo encontremos mejor.
José Antonio Fernández Prieto †
Catedrático de Botánica de la Universidad de Oviedo / Febrero de 2018
José María Fernández Díaz-Formentí (Gijón, Asturias, 1963) es médico especialista en estomatología, apasionado naturalista y estudioso de Asturias y América del Sur. Miembro numerario permanente del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), cofundador y Coordinador de Actividades Científico-Culturales para Sudamérica de la Asociación de Estudios Americanos del Principado de Asturias (AEAPA).
Es autor del texto y fotografías de ocho libros previos sobre la naturaleza de Asturias: Bosques de Asturias, en el reino del Busgosu (1994), Guía de los Bosques de Asturias (1995), Muniellos, el bosque encantado (1995), Naturaleza en los ríos de Asturias (2000), Asturias en las Estaciones (2001), Muniellos, el reino del roble (2002), Árboles y arbustos naturales de Asturias (2004) y La Ría del Eo: Naturaleza entre dos aguas (2008). Asimismo ha participado en otros muchos libros con textos e imágenes, tanto de Asturias y España como de Iberoamérica. También colabora en diversas enciclopedias, como las prestigiosas y monumentales obras internacionales Handbook of the Birds of the World, y Handbook of the Mammals of the World.
Sus reportajes (texto y fotos) han sido publicados en conocidas revistas, como World Heritage / Patrimonio Mundial (unesco), Natura, Geo, Biológica, Viajes de National Geographic, Rutas del Mundo, Altaïr, Periplo, etc. Precisamente esta última y prestigiosa revista le concedió en 1992 el primer premio del Primer Concurso de Reportajes Fotográficos por su trabajo sobre el Bosque de Muniellos.
Es autor o coautor fotográfico de varias exposiciones itinerantes y otras fijas, como las que integran los Centros de Interpretación de diversos enclaves naturales de Asturias. También ha editado dos CD con sonidos de la naturaleza de Asturias, Los sonidos en el reino del Busgosu (1994) y Los sonidos de Asturias en las estaciones (2001), acompañando a dos de sus libros.
La mayor parte de sus publicaciones están relacionadas con la naturaleza de Asturias, que conoce en profundidad después de más de treinta años de incesantes salidas a la misma. El resto tratan acerca de la naturaleza y arqueo-antropología de los países andinos y de la selva amazónica, zonas que visita cada año y de las que es un entusiasta explorador y estudioso, colaborando con publicaciones de la UNESCO.
Ha dictado numerosos cursos y conferencias acerca de la naturaleza de Asturias, así como de la cultura, historia y naturaleza de los Andes y la Amazonía, que en ocasiones ha complementado con una exposición de arte popular y objetos de historia natural de dichas regiones sudamericanas.
Portada de la 3.ª edición, agotada
Portada de 2.ª edición, agotada